Toda protección contra caídas involucra un sistema o conjunto de dispositivos, componentes o elementos de protección para trabajos en altura, cuya finalidad específica es prevenir o reducir las lesiones o fatalidades asociadas a una caída, y se conforma básicamente por un arnés de seguridad, un elemento de conexión y un punto de anclaje estructural.
¿Cómo se define el trabajo en altura?
Si bien no existe una única concepción de trabajo en altura, a grandes rasgos se lo puede definir como aquella actividad con riesgo de caída a distinto nivel cuya diferencia de cota sea igual o mayor a los dos metros con respecto al plano horizontal más próximo.
Precisamente por esta razón, también se considera trabajo en altura cualquier tipo de tarea que se desarrolle bajo nivel cero, por ejemplo en los siguientes contextos:
A su vez, también puede ser considerado como trabajo en altura toda actividad realizada en los siguientes escenarios:
¿Cuándo se activa un arnés de seguridad?
Para que estos elementos de protección personal se activen o comiencen a funcionar, el trabajador debe ingresar en un estado de caída libre. Solo después de haber recorrido cierta distancia en caída libre, el sistema de protección se activa. Entonces, cuando el accidentado recorre una distancia adicional, denominada “distancia de desaceleración”, por fin se detiene completamente.
LUBE, como distribuidor de Elementos de Protección Personal en el trabajo, comercializa una gran variedad de equipos de seguridad para trabajos en altura tales como:
Protección en altura
En las últimas décadas, la aplicación de materiales de última tecnología ha permitido un gran desarrollo respecto de las soluciones ofrecidas en materia de equipos de protección en altura. Sin embargo, por lo general se conocen poco los peligros que giran en torno al uso de este tipo de dispositivos una vez producida la caída, ya que el usuario queda expuesto al denominado síndrome del arnés.
¿En qué consiste el síndrome del arnés?
Se trata de un fenómeno que conlleva riesgos de enorme gravedad para el usuario y que también recibe otras denominaciones:
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Síndrome ortostático;
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Mal del arnés;
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Shock ortostático;
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Trauma por suspensión.
¿Cómo se produce este síndrome?
Naturalmente, cuando el cuerpo humano queda suspendido de un arnés durante un prolongado lapso de tiempo, esto trae diferentes consecuencias asociadas con las molestias propias de la posición, tales como:
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La presión de las correas en el cuerpo;
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El escaso movimiento de los miembros;
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Los limitados cambios de postura.
Por este motivo, durante un accidente en altura con los correspondientes elementos de protección, la caída del trabajador no necesariamente representa la parte más riesgosa del evento. Una vez concluida la caída se inicia la fase de suspensión, que es un tiempo más o menos breve durante el cual el operario, sobre todo si ha quedado inconsciente, corre riesgos de sufrir lesiones severas, con peligro de muerte.
¿A qué se debe la gravedad de semejante situación?
En este escenario, las cintas del arnés actúan como una suerte de torniquete, impidiendo parcial o totalmente la circulación natural de la sangre a todo el organismo. Entonces, si la víctima es colocada abruptamente en posición horizontal, por ejemplo durante un intento de rescate, esa sangre sin oxígeno puede fluir al resto del cuerpo y causar daños irreparables en los órganos vitales, generando la seria posibilidad de un paro cardiorrespiratorio.
