La seguridad industrial equipos de protección personal surge ante la necesidad de contrarrestar aquellos riesgos frente a los cuales ni la prevención técnica ni las disposiciones administrativas pueden ofrecer un grado suficiente de protección.
El ser humano, en todas las actividades que desarrolla diariamente, siempre está expuesto a padecer distintos tipos de lesiones debido a accidentes que, en alguna medida, afecten su salud. La mayoría de los accidentes con daños corporales leves ocurren en el hogar y en la vía pública. Sin embargo, los de mayor peligro suelen producirse en los ambientes de trabajo. Puntualmente, la tarea de la seguridad industrial equipos de protección personal es combatir los accidentes laborales.
Ahora bien, para reducir a su mínima expresión las posibilidades de accidentes, es importante partir, en cada actividad, de una detenida observación del estado de las máquinas, equipos, herramientas, pisos, pasillos, escaleras, instalaciones eléctricas, etc., procurando identificar las potenciales causas de daños a objetos y, especialmente, a personas. Esta etapa se denomina análisis o matriz de riesgos y permite realizar las mejoras en todo lo que se considere útil y necesario a fin de disminuir los riesgos de accidentes en el trabajo.
Si bien es cierto que, como principio básico, los riesgos deben eliminarse o neutralizarse en su fuente de origen, evitando que surjan, esto no siempre es completamente posible. Una vez efectuado todo lo anterior entra en juego, precisamente, la seguridad industrial equipos de protección personal. En sentido estricto, consiste en una última barrera de protección entre el trabajador y los riesgos.
Con una reconocida trayectoria de más de dos décadas de historia en la comercialización y distribución de elementos y equipos de protección personal, LUBE es sinónimo de seguridad industrial y salud laboral.
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