Una de las herramientas centrales para mejorar en forma continua las condiciones de seguridad y salud ocupacional es el desarrollo y consolidación de una cultura de la prevención.
La concepción de seguridad y salud ocupacional, desarrollada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el año 2006, hace referencia a una cultura en la que el derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable se respeta en todos los niveles. En dicha cultura, el gobierno, los empleadores y los trabajadores deben participar activamente en iniciativas destinadas a garantizar estas condiciones por medio de un sistema de derechos, responsabilidades y deberes bien definidos, en la que se le otorgue máxima prioridad al principio de prevención.
En este sentido, la cultura de la prevención debe suponer el compromiso del conjunto de la sociedad, de las organizaciones y de los individuos de cara a la seguridad y salud ocupacional, de tal forma que se vea claramente reflejada en valores, actitudes, percepciones, conocimientos y prácticas tanto de orden individual como colectivo.
Instaurar esta cultura preventiva en las empresas requiere del conocimiento y de la participación activa de todos los actores involucrados, directa o indirectamente, en el proceso de trabajo. Efectivamente, es importante informarse respecto de los riesgos a los que se está expuesto individual o colectivamente en una situación de trabajo, comprometerse con las acciones de prevención, y participar en la identificación de los riesgos mediante la reflexión sobre las propias acciones y medidas que es posible tomar.
Evidentemente, los pilares de una cultura de la prevención son la información, el compromiso y la participación. Por nuestra parte, LUBE celebra todas las decisiones que se tomen en la promoción de un trabajo más seguro y saludable para todos.
Para más información sobre seguridad industrial equipos de protección personal llámenos al 4653-2066 o escríbanos a ventas@lubeseguridad.com.ar
